sábado, 11 de abril de 2009

HISTORIA DE LA LÓGICA (INICIO)

LOS ESTOICOS
Fue la última de las grandes escuelas atenienses, fundada poco antes del año 300 a.C. por Zenón de Cición (Citium), y fue la menos íntimamente ligada a Atenas -y a Grecia-
Su fundador era "fenicio", lo que tiene que significar que al menos uno de sus progenitores era semita. Los sucesivos jefes de l escuela procedían por lo general, de las partes exteriores del mundo griego, especialmente del Asia Menor, donde la mezcla de griegos y orientales se realizó con mayor rapidez, y sólo en el siglo I a.C., cuando la escuela de Atenas hubo cesado de ser el centro del estoicismo, tuvo como jefe a un ateniense. Así Crisipo, la segunda gran figura, procedía de Cilicia, y Panecio, que llevó al estoicismo a Roma, de Rodas. En consecuencia, el estoicismo fue desde el principio una escuela helenística y no griega. Zenón rompió con los cínicos por la crudeza e indecencia a las que lleva su naturalismo. La finalidad ética del estoicismo era semejante a la de las otras filosofías postaristotélicas, es decir, producir la autarquía y el bienestar individual. Para un estoico la autarquía se enseñaba a través de una rigurosa educación de la voluntad; sus virtudes eran la resolución, la fortaleza, la devoción al deber y la indiferencia al placer. Tenían la creencia en el poder abrumador de la divina providencia; consideraban sus vidas como vocación, deber asignado por Dios, de la misma manera que un soldado tiene un deber asignado por su jefe. La enseñanza fundamental de los estoicos era una convicción religiosa de la unicidad y perfección de la naturaleza o de un verdadero orden moral. Vivir con arreglo a la naturaleza significaba para ellos la resignación a la voluntad de Dios, la cooperación con todas las fuerzas del bien, un sentido de dependencia de un poder superior al hombre que favorece la rectitud y una tranquilidad espiritual que resulta de la fe en la bondad y la racionalidad del mundo. Pensaban al hombre como racional y a Dios como racional. El mismo fuego divino que anima el mundo ha prendido una chispa en las almas de los hombres. Tanto los dioses como los hombres son ciudadanos de un estado universal que tiene una constitución -la recta razón- que enseña a los hombres lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. Se proclama la igualdad de los griegos y bárbaros, nobles y plebeyos, esclavos y libres, ricos y pobres. La única diferencia entre los hombres es la que existe entre el sabio y el insensato, entre el hombre al que Dios puede conducir y el hombre al que tiene que arrastrar. La ciudadanía, al menos potencialmente, está abierta a todos, ya que se basa en la razón. Al esclavo hay que tratarlo como un trabajador contratado de por vida. Hay siempre dos leyes para todo hombre, la ley de su ciudad y la ley de la ciudad universal, la ley de la costumbre y la ley de la razón. Esta versión del estoicismo no estuvo ajena de un profundo rechazo, fundamentalmente en lo que respecta a la concepción del hombre sabio, por su intención de extirpar todo sentimiento y emoción.
Con Panecio el estoicismo perdió en rigor lógico, pero ganó en urbanidad y en posibilidad de atraerse a hombres educados. La gran labor realizada por Panecio consistió en reexponer el estoicismo en una forma aceptable y de posible asimilación para los romanos pertenecientes de la clase aristocrática, que no sabían nada de filosofía y que estaban encendidos de entusiasmo por el saber griego. Ningún otro sistema griego era tan apropiado como el estoicismo para ensamblar con las virtudes originarias de dominio de sí mismo, devoción al deber y espíritu público de que se enorgullecían especialmente los romanos, y ninguna concepción política estaba tan bien cualificada como la doctrina estoica del estado universal para introducir un cierto idealismo en el negocio, demasiado sórdido, de la conquista romana. El contacto más férreo del estoicismo con la vida romana se produjo a partir de la relación existente entre Panecio y Polibio, los que junto a aristócratas romanos conformaban el círculo de Escipión. Por último, se consideraba que todos los hombres son, por naturaleza, fundamentalmente "sociales". Esta idea no tenía una precisión comparable a la ofrecida por la teoría aristotélica de que el hombre es un animal que alcanza la etapa superior de su desarrollo en la civilización de la ciudad-estado. No hacía sino sugerir que el respeto a las leyes de Dios y de los hombres es un don innato de la naturaleza humana y que, siguiendo la guía de esa reverencia innata el hombre perfecciona su propia naturaleza, en tanto que se degrada si decide lo contrario.
La relación que veían los griegos entre la naturaleza y lo divino sirvió como base a los ESTOICOS para elaborar éste principio.
Para los estoicos la naturaleza ha hecho al hombre bueno. El principio de sobriedad que sigue la Naturaleza evita los males físicos y sociales. El mal surgió con el impulso de querer más de lo necesario.
La inteligencia también es responsable de todas las manifestaciones del mal. Si la inteligencia es lo que nos hace diferentes a los animales y al mismo tiempola causa del mal, lo bueno sería regresar a la animalidad. La animalidad supone la sumisión a la Naturaleza y por lo tanto la desaparición de todo tipo de problemas.
*LAS DOS RAZAS DE HOMBRES DEL ESTOICISMO :
Arato y Dicearco retoman el “mito de las razas” de Hesíodo, que según ellos tiene fundamentos históricos. En la antigüedad primitiva es vista como una especie de “raza de oro”, mientras que ven a los hombres del presente como vulgares e inauténticos. (Este pesimismo está en el espíritu de su tiempo, no es exclusivo del estoicismo de Atenas). La separación entre los hombres es determinada por la virtud y el vicio, para los estoicos quien posee una virtud las posee todas y con los vicios pasa lo mismo. Es decir: los hombres sólo pueden ser completamente buenos o completamente malos. -Los Sabios son quienes poseen todas las virtudes (internas y exteriores) y son ajenos a todo mal; son de acuerdo a la naturaleza. Están unidos a lo divino. Los estoicos aceptan que han existido algunos en el pasado pero niegan que haya alguno en su tiempo. -Los hombres de la actualidad no tienen nada que ver con la naturaleza, son desgraciados y están afectados por todos los males. Viven separados de lo divino. No son considerados como verdaderos hombres.
*EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA O EL HOMBRE CONTINUO”
Al analizar a los hombres, los estoicos dieron nacimiento a la psicología. Los estoicos no separan la pasión de la inteligencia. Esta concepción unitaria del alma humana significó la aparición del concepto de “hombre continuo”.
*LA “INTELIGENCIA” Y LA “RECTA RAZÓN DE LA NATURALEZA”
El hecho de que los estoicos definan la pasión como un “impulso desmedido, contrario a la naturaleza y poco conforme a la razón” y al mismo tiempo digan que no hay diferencia entre la pasión y la razón, crea un problema. El problema se soluciona al dar dos significados a la razón: uno como parte del alma (la inteligencia), que no es diferente de la pasión y es atribuida a los hombres del presente, y otro como la “recta razón de la naturaleza”, que en el sabio se vuelve conciencia.
*LA PSICOLOGÍA ESTOICA Y EL PRIMITIVISMO HELENÍSTICO
El Sabio no razona, sabe. Para sentir pasión, se necesita inteligencia, ella aleja al hombre de la felicidad. La felicidad estoica supone el estar privado de razón (y por lo tanto de pasión) como los animales.

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