Artículo #12.4 Análisis geométrico de construcciones antiguas | ||||||||||
Extracto del libro "El Poder de la Vida en la Geometría Sagrada y la Arquitetura Biológica de Arturo Ponce de León y Ninón Fregoso" Adquierelo aquí | ||||||||||
® COPYRIGHT. Todos los derechos reservados. Autor del documento: Arturo Ponce de León. Colaboración: Ninón Fregoso. Se autoriza la reproducción del material contenido en este sitio siempre y cuando se cite la fuente y se respete la integridad del texto. | ||||||||||
La adjudicación de valores numéricos a letras y su análisis metódico es conocido como gematría. La gematría es un método y una metátesis (alternación del orden de las letras en una palabra) que depende del hecho de que cada letra tiene un valor numérico y, cuando la suma de los números de los caracteres que componen una palabra da el mismo resultado que la suma de los caracteres de otra palabra, se establece una analogía entre ellas.
Como lo resalta el matemático y geómetra M. Schneider, en Egipto, Grecia, India, África, China, Tibet, América y en muchas otras partes del mundo, la sociedad estaba organizada de acuerdo a los cánones de la estructura de la Naturaleza. La proporción de los templos siempre estuvo diseñada, situada y construida de acuerdo a los números y las forma simbólicas que representan la deidad del templo. La gematría, asociando valores numéricos a letras, la encontramos en el alfabeto griego, hebreo, árabe, sirio y egipcio. Los nombres, títulos y atributos de las deidades revelan a los iniciados en el código, el papel y función en el proceso de construcción. Por ejemplo, el siete era conocido como el número de la “virgen” porque ningún otro número sumado o multiplicado debajo de su valor nos da siete. Así que por gematría, las letras griegas del nombre de la diosa Athena suman 77, dándonos el estándar para medir la longitud y distancia del templo dedicado a ella, el Partenón. Las letras de su apelativo parthenos (virgen) suman 515 y no es coincidencia que el ángulo de 51.5º es extremadamente cercano al ángulo de un heptágono regular. Cada deidad representa un grupo de principios arquetípicos que se hacían comprensibles por el uso de patrones matemáticos en la longitud, en el área, en el volumen, en el peso, en la duración y en la música relacionada con la arquitectura y la orientación ritual de la deidad a la que está enfocada la construcción. Desde una antigua concepción, la astronomía mapeaba las estrellas, mientras que la astrología interpretaba la influencia de los astros en la vida orgánica, y la religión buscaba venerar los dioses o diosas asociadas con tal o cual estrella. En la antigüedad, los principios arquitectónicos que hemos visto eran aplicados en construcciones dedicadas a lo sagrado. Todas las estructuras sustentables o lo que también se conoce como Arquitectura “Sagrada” están construidas con las bases de un capacitor biológico. La catedral de Notre Dame incorpora la razón áurea en la altura de sus entrepisos y en la distancia entre las dos torres; las pagodas japonesas, como la Pagoda del Templo de Yakushiji, está espaciada en proporción dorada y hecha con capas alternas de madera de grano cerrado y teja; el círculo de piedras azules, a razón del círculo de piedras externas paganas, tiene razón dorada en Stonehenge: sus monolitos formaban una circuito que almacenaba el campo de ondas escalares del área. La fachada del Partenón Griego está basada en √3, mientras que su planta de conjunto tiene base de doble cuadrado (√5). Esto con el fin de reflejar una fuerza atractiva desde el exterior pero que mantuviera el biocampo en el interior. Sobra decir que en la época medieval, las abadías, iglesias y templos eran construidos como capacitores biológicos. Ese chispazo eléctrico que podemos llegar a experimentar cuando entramos a una iglesia antigua es producto de que ésta ha sido construida siguiendo estos antiquísimos principios de la Geometría Sagrada.
En la cámara del rey, en la Gran Pirámide, encontramos cinco lozas enormes de granito que funciona como conductor, alternadas con capas de aire como aislante y rematando en dos lozas de piedra caliza dispuestas en forma de “v” invertida. Aquí se buscaba vaciar el cuerpo electromagnético del iniciado y proyectarlo al cosmos, entrenándolo para regresar de la muerte con mayor coherencia en el campo electromagnético y gravitatorio. Hace miles de años, cuando la Gran Pirámide estaba activa, el riesgo que una persona no preparada para ello podía correr al posicionarse en lugares geométricos estratégicos era enorme, equiparable a abrir una ventana en un jet que corre a miles de kilómetros por hora; si nuestros cuerpos sutiles no están entrenados para ello simplemente no puedes ordenar tal cantidad de ondas, de experiencias. La geometría pentagonal debía imperar, así como el amor incondicional, la apertura total y ordenada en resonancia con la vida y la Naturaleza, que eran condiciones primarias para poder desdoblarse y ser succionado por el Gran Toroide del Cosmos al que estaba dirigido la Pirámide: el corazón de la nebulosa de Orión.
En la época antigua y en la moderna, algunos arquitectos sensibles a la vida diseñan con algunos de los principios del capacitor biológico. Le Corbusier diseñó el edificio de las Naciones Unidas con su base en tres rectángulos áureos, uno sobre el otro, aunque cabe decir que ésta construcción no satisface los tres principios de la Arquitectura Biológica, pues únicamente
Podemos ver cómo los principios de la Geometría Sustentable se han usado deliberada e intuitivamente en distintas construcciones. La inclinación de los pisos de la pirámide del Sol, en Teotihuacán, tiene la misma inclinación que el cerro que se encuentra a la llegada de la Calzada de los Muertos. La poco conocida cámara interior de esta pirámide tiene la finalidad de ayudar al desdoblamiento fractal de la conciencia en México. Está situada en la latitud 19.5º al Norte del planeta, que corresponde al ángulo de corte de circunscribir un tetraedro en la Tierra. Sobre esta latitud, emerge la conciencia sexual, la fuerza magmática del mundo. En Tenochtitlan, en el México prehispanico, se localiza un punto de implosión donde se construyó una ciudad con capas alternas de tierra y agua para elevar la fuerza de capacitancia del espacio y sus habitantes.
En el Taj Mahal, en la India, la forma de sus ventanas, en rectángulo dorado, se remata con cortes de vesica piscis, coronados por una gran cúpula en el centro que busca contener el biocampo que se genera por el espejo de agua que amplifica las líneas electromagnéticas que son proyectadas por los obeliscos que están a su alrededor. Visto desde un satélite, la forma que tiene la Iglesia de San Pedro, en el Vaticano, es de una cruz en corte áureo, en cuyo centro se ubica una cúpula donde implota la fuerza “crística”. La plaza de San Pedro, en forma de óvalo áureo, imita las proporciones del rostro humano, y en su centro encontramos un obelisco que proyecta o explota el biocampo de los creyentes que asisten a ese lugar, para luego implotarlo en la cúpula donde, intencionalmente, se encuentran ubicadas las reliquias de oro, uno de los metales de mayor fractalidad.
El Domo de la Roca (en árabe, Qubbat al-Sakhra) es una de las glorias arquitectónicas del mundo y el único santuario islámico temprano que ha sobrevivido intacto. El plan de la construcción es básicamente bizantino: dobles ambulatorios octogonales que rodean la Roca Sagrada. Es un santuario y no una mezquita, es el tercer lugar sagrado del Islam después de la Cava, en La Meca y la Mezquita del Profeta, en Medina. El Domo de la Roca es la expresión arquitectónica de la supremacía del Islam. Los mosaicos interiores de vidrio en el recinto circular y en la cúpula contienen representaciones de las joyas imperiales bizantinas y una de las inscripciones ornamentales afirma que Dios es Uno y no tres, y que Jesús fue apóstol de Dios y de Su Palabra, y no su Hijo.
El santuario se encuentra sobre o cerca del lugar en el que estuviera el Templo Judío. También se ha sugerido que el edifico del Templo se encontraba unos 80 mts. más al Norte, en el lugar del pequeño santuario del siglo XVI, Qubbat al-Arwah (en árabe, ‘el Domo de los Vientos’ o ‘de los Espíritus’), en un eje este-oeste con respecto a la actual Puerta Dorada.
El Domo de la Roca en Jerusalén, diseñado por el arquitecto Humillad Caliph ‘Abd al-Malik, tiene, como base, una plantilla de doble cuadrado que forma un octágono (similar al bagua chino) y en su centro, una cúpula semicircular cuyo fin es implotar y contener la mayor cantidad de ondas electromagnéticas. Su cúpula forrada con láminas de oro y sus delicados tallados y finos bajorrelieves reflejan el elevado índice de fractalidad que posee el lugar a fin de convertirlo en un lugar “sagrado”, o si se prefiere, con alto índice de interferencia constructiva de ondas. Simplemente un espacio sustentable para la vida orgánica.
La Alhambra es una ciudad palatina andalusí situada en Granada, España. Se trata de un rico complejo palaciego y una fortaleza que alojaban al monarca y a la corte del Reino de Granada nazarí. Su verdadero atractivo, como en otras obras musulmanas de la época, son los interiores, cuya decoración está entre las cumbres del arte islámico. Vemos materiales de alto nivel de fractalidad, detalles fractales y Geometría Sagrada que crean un vacío y un recogimiento espiritual. Incluso Gaudí utilizó magistralmente expresiones de Geometría Sagrada y algunos materiales fractales, aunque no siempre relacionó las plantillas cosmotelúricas con la construcción.
El Banco Nacional de China, creado por el arquitecto chino I. Pei, tiene como base un cubo de donde se apoyan triángulos derivados de la proporción argentum. El sentido de ser de un banco, como hemos visto, es la acumulación y por ello utilizan un cubo como estructura arquitectónica, para contener las ondas, los eventos, el dinero, las ganancias, los clientes. Los bancos al ser el brazo accionario del sistema neoliberal de mercado, buscan maximizar las ganancias con el menor riesgo, ¡qué mejor que un cubo para lograrlo! Estructuras cúbicas, como ya lo mencionamos, generan pensamiento de colmena, jerarquización de las relaciones y superficialidad en el contacto. Hoy en día, estos conceptos son sinónimo de productividad. Construido con acero, hormigón y espejos, busca ser una caja cerrada sobre sí misma tal como las ciudades contemporáneas.
En Washington, Estados Unidos, la planeación de la ciudad tuvo lugar por masones. El obelisco proyecta la energía del entorno hacia la Casa Blanca, que por su forma de cúpula y forro interno de oro, la contiene. El Pentágono, ubicado en uno de los vértices de la plantilla dodecaédrica terrestre, es base de operaciones militares pues busca controlar la conciencia de la vida orgánica en el planeta.
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domingo, 27 de julio de 2014
Geometría Sagrada
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